Blogia
Juanone Pair

Desincronización de relojes

Desincronización de relojes

X es un hombre; un hombre cualquiera. Y es una mujer; una mujer cualquiera.

Un día X le dice a Y que la adora, que la quiere y que sólo a ella amará por siempre (cosa que es mentira como se verá después). Aunque X insiste, persevera, solicita, Y no quiere comprometerse. Sin embargo no da una respuesta tajante, lo que desasosiega a X.

Con el tiempo, X se cansa y empieza a amar a otra mujer, con la que le va divinamente. En cuanto X se marcha con la otra mujer, Y piensa que siempre ha querido a X, que es su verdadero amor y que sólo podrá amarle a él (cosa que es mentira, como se verá después).

Una tarde, con Y llorosa y X desconcertado, ésta le confiesa su atribulado amor. X duda, todavía le gusta mucho Y, pero le ha costado un triunfo encontrar a la mujer que quiere ahora y no va a tirarlo todo por la borda. Sin embargo, no le da a Y una respuesta clara.

Y se siente despreciada y, para llenar el vacío que ha dejado X, introduce un nuevo hombre en su vida. Cuando X los ve juntos siente que su corazón se quiebra. Inicia una depresión que le hace romper con la mujer con la que está y pasa las tardes entre largos llantos y copiosos poemas de amor dedicados a Y. En tales versos, que X escribe sin descanso, queda manuscrito que sólo ha querido a Y, y que sólo a ella querrá.

X logra publicar los poemas y se hace famoso. Una larga lista de excitantes jovencitas aparece en su vida. Al cabo de mucho sexo con calcetines colorados, X olvida a Y. Esta última, desde que X ha alcanzado la fama, escucha los poemas de X por la radio, acude a sus recitales, lee muy concentrada las críticas sobre los libros de X en el periódico. El hombre que estaba con Y se harta de que lea sin parar a X y la deja. A Y no le importa, sólo piensa en X, convencida de que le quiere y de que siempre le querrá (ya, bueno).

Con el paso del tiempo se van haciendo viejos sin advertir que siempre se querrán pero que nunca se han querido, o que siempre se han querido pero que nunca se querrán, porque los intervalos de su amor no se han encontrado jamás y, al menos para hacer el amor, dos personas tienen que coincidir a la vez en la misma cama.

0 comentarios